jueves, 28 de mayo de 2015

Poema. Mi recorrido.


He recorrido grandes países,
tierras pequeñas y tristes,
desiertos, sin apenas oasis,
océanos inmensos,
sin un pequeño islote, donde apoyarme.
He recorrido los cielos y sus nubes,
sus lágrimas y su confeti.
He recorrido, multitud de cuerpos,
buscando, el trueque, de beso por beso,
de sexo por sexo,
e intentar, salir indemne, de tus susurros ardientes.
He avanzado, en la oscuridad de los bosques,
y en su espesura, probar el almíbar dulce, de las flores.
He alcanzado, las alturas más indescifrables,
intentando, poner mi nombre en las estrellas
y dibujarles, una sonrisa de buenas noches.
He encontrado, las profundidades de la tierra,
sin necesidad de abrasarme.
He buceado, sin recurrir al oxigeno,
en cualquier pensamiento,
en cualquier sentimiento,
buscando las respuestas escritas, de la razón de la muerte.
Sin embargo, he sido tan torpe,
Que no, me he parado en recorrer y observar todo mi cuerpo,
ni contemplar el tuyo por completo,
o los dos juntos, en algún atisbo de sensatez,
para descubrir, que mi recorrido,

son las señales, que vas olvidando en tu camino. 

domingo, 24 de mayo de 2015

Yo voté.
Tú votaste.
El voto.
Nosotros votamos.
Vosotros votasteis.
Ellos votaron.
Ahora,
ellos contarán,
sumarán, interpretarán,
aplicarán, la proporcionalidad de la ley y el voto.
Entonces, no lo entenderemos,
ellos, lo entenderán,
lo aplaudirán,
Y al final como siempre ellos ganarán.
Y tú, a la esquina del olvido,
sin entender,
como cuatro inviernos,
No han cambiado, el color de sus ojos
después de ver tanto daño,
como, en cuatro primaveras,
no ha florecido, mi cerezo.
Entonces, yo soñaré,
En la honradez, de las estrellas, en el firmamento

viernes, 22 de mayo de 2015

Poema. El camino después, del sueño.


Presiento un caminar largo,
sobre socavones, cubiertos de tus besos,
en el momento que uno falte,
desciendo al abismo,
de los peces oscuros y en silencio.
        Las tierras que piso,
        las tierras, que me acompañan,
tienen la inseguridad, del miedo,
aquel, que pinta de colores, nuestros sueños,
mientras tu mirada, dejaba besos sueltos,
yo recogiéndolos,
como quién cuenta, las flores de los almendros.
         Presiento, un caminar solo,
con lo absurdo, de estar solo, entre tanto cuerdo,
con lo efímero, de los paseos cortos
y el peso, de los recuerdos.
         Presiento, el aire frio, el invierno
incrustado en mi corazón, entre mis venas,
recorriendo mis manos, mi cuerpo,
como mi hiedra del huerto y su olor de niño.
         Presiento, estos tiempos de desazón
y tendré, que poner el rostro que precede, al silencio.

domingo, 17 de mayo de 2015

Poema. Por donde vienen los besos.


Me llegaban tus besos,
         por carta,
         yo esperaba, al cartero.
Con las manos temblorosas,
         abiertas, mirando el cielo
         abiertas, como flores de azufre ardiendo,
         esperando, el tiempo,
         esperando, el cartero,
        que dejara, tus besos
        frescos, desde la otra parte del puerto.
Allá, donde sale el Sol,
mientras yo acá, duermo.
       Pero ahora, con tus besos.
Entre ese tránsito, del Sol,
por encima, de nuestros cuerpos,
todavía, quedan carteros,
para que en la inmensidad, de la oscuridad
jueguen, con florecitas de azufre ardiendo
e iluminen, los ojos blancos, y destierren el miedo.
Por eso, sigo esperando, mis besos

y sigo, esperando, mi cartero.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Del libro de Los Salmos.

Salmo I. Si dios fuera mujer, al concepto de Mario Benedetti.

Sin mí, el tiempo pasa, sin ti lo detiene la escarcha, el hielo, y el agua, y las frutas maduras del manzano, que nos cobijaba, de las tormentas de otoño, los calores de verano y del invierno, solo nos guardaban los abrazos entre tanta ropa empapada. De nuestro tiempo, recordamos el olor del incienso en la sacristía, las borracheras del cura y las broncas. Recuerdo salir corriendo una tarde de mayo, con los almendros coloreados de un blanco, que si no fuera primavera, parecía hielo, en fin sin mí el tiempo pasa, sin ti languidece entre mis brazos.

Salmo II. Si dios fuera mujer, al concepto de Mario Benedetti.


De las entrañas de la tierra salen sus frutos, de ti mujer los tuyos. Los compartimos alguna tarde de domingo, paseando, juntos, cogidos de la mano. Y la rabia contenida, nos mantiene atados. No entiendo la honradez, porque hay mas golfos disfrutando, que penando de su lujuria y avidez con trampa. No entiendo la sinceridad, porque  este es el mundo de los mentirosos, de los que crecen pronto, y derriban la inteligencia ante la prepotencia, la ganancia de la estética. No creo en la sinceridad humana, la mayoría te apuñalan, te mienten o te engañan, si existiera, tuya es esta dedicatoria como Salmo responsorial, al concepto de  Mario Benedetti, que no creemos en imágenes ni estampas, ni en Dios ni en las imágenes, que les acompañan.

domingo, 10 de mayo de 2015

Poema. Insomnio triste de verano.


En las noches de insomnio,         
      procesionan, las luciérnagas,
      delante de mis sombras.
      Con un hilo de voz,
      despiertan, mis tímpanos azulados,
del color de las estrellas.
Intento darme la vuelta,
      de costado,
      boca abajo,
      de lado,
      boca arriba,
y siguen procesionando, luciérnagas,
con la boca abierta,                                                   
recordándome, que tú, sigues dormida,                        
y yo, sigo dando vueltas, a tu lado,
recordándome,
que hace tiempo, que no siento dolor,
que tengo el daño,
que ha dejado, el vacio de tus labios,
la ausencia de tu voz,
y los abrazos, sin manos.
Recordándome,
que todavía, quedan días,
y al final de esos días,
todavía, me quedará, el recuerdo
del aroma de tus labios

y la ausencia temprana, de tu voz.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Esa maldita, distancia.


He llegado al extremo
    de enrojecer, mi garganta,
    de darle, un tono ronco a mi voz,
    dejándola sangrante, en el eco de tu silencio.
No puedo estar así permanentemente,
o te acercas,
para decirte al oído
las flores que conté por ti,
las que aún, no viendo, pensaban que te pertenecerían.
     Difícilmente,
    esta distancia, será capaz,
de mantener el latir, enjaulado de mi corazón,
por más tiempo, grabado para ti.
Desearía, darte el beso de los letargos,
Ese, que se queda dormido, hasta despertar la primavera.
Pero para eso, necesito que estés a mi lado.
Necesito, acortar las distancias.
           Con palabras, con besos, con sueños…..
           Como las aves, en su vuelo bajo, tocan el suelo.
Tengo que dejar, de colorear, los cristales con mis llantos.
No girar la cabeza hacia atrás, para ver el camino andado.
No quiero esa maldita distancia,
que separa nuestros labios,
como dos planetas, dando vueltas sobre,

la galaxia, que forman nuestras cabezas.