jueves, 30 de octubre de 2014

Poema. La diferencia.

La diferencia entre tú y yo, somos nosotros.
La diferencia entre tú y yo,
Es que mientras tu respiras, yo suspiro,
Mientras mis manos, se aprietan
Las tuyas se alejan,
Mientras mis brazos se abren, los tuyos se cierran,
Mientras tu duermes,
Yo juego, con los sueños colgados en las nubes,
Mientras yo soy esclavo, de tus besos
Tú tienes la libertad, de mis deseos,
Mientras mis besos, buscan tu rostro
Tu rostro, desaparece a lo lejos.
La diferencia entre tú y yo, es como un juego,
Donde siempre sale el mismo número
Y nunca acierto.
La diferencia entre tú y yo
Está en el viento,
Está en el fuego,
Y porque nunca estoy dentro,
Nunca te encuentro.

La diferencia entre tú y yo, son ellos.

martes, 21 de octubre de 2014

Poema. Sobrevivir.

Sobrevivir.
Si tengo que sobrevivir,
Me acomodaré,
A tus alternativas,
A tus vaivenes,
Como los arcos iris,
Cuando salen
Y nunca sabes por dónde,
Como tus besos,
Cuando los regalas,
Y yo estoy ausente.
Si tengo que sobrevivir
Seré oasis, en tu desierto
Reflejos de agua en espejos,
Cuando sedientos,
Devoran mi cerebro.
Si tengo que sobrevivir
Seré breve
Como las orugas,
Sus capullos y sus mariposas
Guardadas en cajitas de plata
Como las princesitas, sus coronas.
Si tengo que sobrevivir
No será, por mucho tiempo

El suficiente, para encontrar un sólo beso.

lunes, 20 de octubre de 2014

Poema. El Sol, que no tuvo que salir.

El Sol, que no tuvo que salir.
Aquella mañana te perdí.
Entre tus manos y las sábanas
Y tus ojos los cubrí,
Cerrados para las estrellas,
Para que no fueran testigos de mis lágrimas,
Para que en su viaje fueran inocentes de mi drama,
Pero sobretodo, para no verte yo, a ti.
Aquella mañana
Salió el Sol, sin tener que salir
Se escondió la Luna
De manera cobarde, tirándome un zarpazo
Al corazón que no pude reprimir.
Si las sorpresas, tienen estas formas de viajar
Prefiero no comprar billetes
Prefiero quedarme quieto y sonreír
Disfrutar de la lluvia, aunque me moleste
Del calor, aunque esté caliente
Prefiero contemplar a examinar.
Me dieron tu Certificado de Defunción,
Qué tontería,
Si yo te venia sonreír.

Creo que esta mañana, al Sol no le tocaba salir.

domingo, 19 de octubre de 2014

Poema. Por tu cancer de mama.

. Por tu cáncer de mama.

No pido,
No peso,
No cuento,
No sumo,
No resto,
No compro,
No vendo.
Cuando amo,
Lo expongo abierto,
Con el corazón descubierto,
Seccionado encima de la mesa,
Al viento.
Para que éste me azote
O me suavice en mis intentos.
Para estarme quieto
O acelerar mi pulso.
Para quedarme silenciado y muerto
O para decirte que te quiero,
Y regalarte un beso.
Y recordarte, que aunque el cáncer te quito, un pecho

Lo tengo guardado, en mi bolsillo derecho.

viernes, 17 de octubre de 2014

Poema. Caigo.

Caigo.

Caigo, solamente, caigo.
Como la intensidad en verano, de sus tormentas.
Como la suavidad del otoño, en sus hojas.
Como las lágrimas, se amontonan y al suelo asoman.
Como los labios, cierran tú boca.
Como los peces, sumergen sus aletas.
Caigo.
Con el solo efecto, de tu llamada,
Con la complicidad, de tu mirada.
Por ello en ocasiones miro a mi alrededor
Y me encuentro solo,
En otras, parezco el epicentro de la tormenta.
Así he descubierto, que tengo
Necesidad de ser,
Necesidad de ver,
Necesidad de amar,
Necesidad de sentir,
Para levantarme
Y descubrir que la única diferencia
Entre mi beso y el tuyo

Esta en los labios, de cada uno.

jueves, 16 de octubre de 2014

Poema. Puebla de Don Fadrique.

Puebla de Don Fadrique.

De ti me gusta tu nombre.
Puebla.
Don fadrique.
Se entretiene mas, mi boca al pronunciarte.
De ti me gustan, tus rincones.
Aquellos, que buscaba de pequeño, para esconderme,
Luego para abrazarte, y recoger el beso escondido, entre las paredes.
De ti me gustan, tus olores.
Invierno seco, reflejado en los pulmones
Otoño, cubierto de hojas en las tierras, de mis sucesores.
Primavera, vestida de blanco en los almendros
Y tu verde, en los trigales.
Verano, con olor a risa, fiesta, saludos,
Recordando el paso de los años.
De ti tengo, sobretodo, tus recuerdos
Esos que ya no se me olvidan al pronunciarte,
Como escamas se amontonan en mi cuerpo,
Formando mi arco iris, con solo tu nombre.
Me acercaré, a tu noble fortaleza, sin puerta a la que llamar
En busca de refugio, auxilio, cuando ya viejo, no sepa caminar,
Como de joven me enamoré, de la vigía de la torre
Que ahora tu noble fortaleza, pone a cuidar.
Como será tu tierra, mi última parada
Y en ella me mezclaré, para descansar
Prefiero cuando te veo ahora, reír, cantar y soñar,
Ya tendrás tiempo, de guardar en tu fortaleza,
Mi cuerpo, mientras tanto, déjame
Que me diluya, entre sus gentes, sus calles, sus tierras

Y embriagado de felicidad, mantén tu puerta abierta, para poder entrar.

Poema. Carta del General.

Carta del General.

Creo que ya, no hay opción, ni de batalla.
Las palabras están calladas,
Las ideas cansadas
Y los sueños, despertando la mañana.
Tal vez, en alguna ocasión, hubo guerra
Pero las heridas, ya están curadas.
Mientras tanto, mis ejércitos, siguen en posiciones de retaguardia
De vigía,
Esperando la emboscada,
De un corazón y su dentellada.
Las guerras ya están calladas,
Silenciadas en las bocas de los muertos,
En sus cadáveres, y en sus besos.
Ahora en mi retiro, juego a la estrategia,
Pero con tus manos,
Con tu boca,
Y con nuestras cabezas dando vueltas,

Como dos almas locas. 

jueves, 9 de octubre de 2014

Poema. De tu sexo.

De tu sexo.

Si me preguntas que me gusta del sexo.
Te diré, el sexo.
Aunque del sexo, tus besos cortos,
De tus besos, el tacto en tus senos,
De tus senos, el sudor en mi dedos,
El dolorido aliento, del amante en silencio,
La tristeza el amor nacido, recién muerto,
Los recuerdos siempre eternos, de aquel sexo,
Y de otros que perdí en algún momento,
Con la espina clavada en el costado izquierdo,
Vertiendo una gota de sangre, y solo hielo.
Te diré, el temblor dolorido de mi cuerpo
Frente a frente, en silencio,
Mirándote a la cara y tú escuchando mi eco.
Te diré, tu pelo suelto
Enredado en una maraña de sueños
E intentando, no despertar de ellos.
Pero de todo me quedo,
Con tu adiós, y tú beso corto en el oído,

Susurrando te espero.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Poema. Asi fue con el tiempo.

Así fue, con el tiempo.

Si al final solo seré huesos
Y luego polvo, sobre polvo,
Créeme, no voy a discutir por todo.
Tampoco dejaré mi diario en blanco.
Recordaré los besos tiernos en verano,
Los abrazos del invierno,
La melancolía del otoño
Y nuestras hojas en el suelo,
La revolución de primavera,
En nuestro cuerpo.
No olvidaré el tacto de tus manos.
La presión de tus labios en mi boca.
Tu sonrisa y las mejillas rojas.
Pero si seré polvo y antes huesos,
Dejarme un momento solo.
Contemplar el paso de mis nubes en tus sueños,
El aire frio, cuando no hay más remedio
Y la calidez de tu voz, cerca de mi cuerpo.

así, dejaré más tranquilo el polvo sobre el polvo de mis antiguos huesos.

martes, 7 de octubre de 2014

Poema.

Pido a tus labios, perdón.
A ti te digo, lo siento.
A tus manos, las recuerdo
Entre el pasear de los malos tiempos,
Aquellos que nos cambiaron,
De las palabras, hasta el acento.
Pido a tus labios, un favor.
Que se olvide del beso equivocado,
Ese que ocurrió en el peor momento.
A ti, no tengo disculpas,
Cualquier excusa, sería un mero invento
Y entre los inventos, prefiero el sueño,
Ese que tuvieron, mis labios
Juntos a los tuyos,
Mis manos, cerca de tu cuerpo,
Los dos juntos, en cualquier momento,
Sin pensar más allá,
Ni ver más hacia dentro.
Pido a tus labios, su sabor
Para recordar aquellos tiempos
Donde la felicidad
Era capaz de florecer en colores
Dentro de nuestros corazones,
Respirando el aire húmedo de los otoñales

Y nosotros dibujando nuestros nombres, en pequeños cartones.

lunes, 6 de octubre de 2014

Poema. Necesito saber de ti.

Necesito saber de ti.

Necesito saber de ti.
Necesito saber, si mis errores,
Circulan paralelos a tu vía,
Si mis aciertos,
Coinciden en el mismo trayecto.
Necesito saber de ti
Donde repartes tus besos,
Si alguno por error,
Hasta lo encuentro.
Como tienes hoy tu pelo,
Si está ondulado,
Como tu corazón, en mis sueños.
Necesito saber de ti,
Si soy afluente en tu rio,
Silbido silencioso, de tu oído,
Alimento, en tu riego sanguíneo.
Necesito saber de ti.
Pero con urgencia,
La misma que tuve aquel día
Que sin saber tú nombre
Lo escribía en mi cabeza.
Necesito saber de ti,
Saber si todavía existes
Si no fuera ese el caso,
Entonces, todavía necesito saber más de ti
Como cambiaron de color, tus labios
Como enmudecieron, tus latidos
En fin, que necesitaba saber de ti,
Porque la otra mañana, abrí la puerta
Y contemple una niña, que se parecía a ti.

Necesitaba saber de ti.

Poema. Aquel beso.

Aquel beso.

Nuestra mayor relación fue aquel beso.
Pero ese beso,
Se enredó entre mis manos, brazos y recuerdos.
Me tiene atormentada,
Sin poder desenredarme de aquel encuentro.
Navega sobre mi cuerpo,
Como buque fantasma, sin marinero.
Se queda otras veces, reflejado en el espejo,
Las mañanas que despierto.
Otras, me quedo con el beso,
Atada en mí cuarto,
Pensando, de qué color era el beso,
La forma, su sabor o si ya está muerto.
Era sólo, un solo beso.
Pero, me tiene esclava, de sus deseos.
Y no aparece, aquel marinero

Que atracó, su barco en mi puerto.

viernes, 3 de octubre de 2014

Poema. Mi opcion, aquella tarde de tormenta.

Mi opción, aquella tarde de tormenta.

Nunca fuiste la segunda opción,
Ni tampoco la primera,
Fuiste, simplemente la opción.
Esa que aparece una mañana,
De no sabes dónde, ni como
Y revuelan en mi estomago, las mariposas,
Donde las manos sudorosas,
Intento ocultar entre la ropa
Y las palabras, apenas son capaces
De formar dos líneas seguidas,
Sin tropezar entre los dientes y la lengua.
No sé cómo, ni de donde surgiste
O quizás, ya estabas
Y era yo, el ausente.
Te miraba, como las nubes al suelo
Pensando, donde descargar la tormenta
O el Sol, fijar su rayo en tu mirada cristalina.
Luego desaparecías,
Como los parpados, esconden mis pupilas
Con la rapidez e inmediatez,
De aquella tormenta de verano
Y dejabas el perfume húmedo,
De la tierra, entre mis brazos.
Fuiste, la opción
Llámalo amor, llámalo, como quieras
No tengo yo, tampoco la respuesta, ni la solución
De aquella tarde de tormenta.

rodeado de agua, sudor y mariposas.

Poema, No creo en Dios, si no en ti.

No creo en Dios, si no en ti.

No creo en Dios
Ni en banderas, colores, e himnos
Ni en imágenes, que no me dicen nada.
Creo en tu mirada,
Limpia y cristalina, desde mi ventana.
En tus manos blancas,
Caminando sobre mi cuerpo, entre las sabanas.
En la libertad, de tu palabra.
En tu voluntad cotidiana.
En esas sonrisas tempranas, no forzadas.
En tus besos al aire, con la boca descubierta.
Pero aún y con todo esto,
Si yo no estoy, ya da igual
Si tú no estás, dejarme en la orilla del mar
Y las olas, que jueguen con mis sueños

Buscando otras velas, para poder navegar.