Poema. Madre

.  Madre.

Me fui hace tiempo en silencio,

Como las despedidas tristes.

Ahora vuelvo,

Para esconderme, debajo de tu falda,

Amamantarme, en tus pechos cansados,

Contar, los pliegues de tu cara,

Abrazarme, a tus manos arrugadas,

Escuchar, ese hilo de voz apagada.

Quiero recordar los años, pero con tu mirada

Repasar las cosas olvidadas,

Encima de la mesa,

En los cajones,

O en la entrada.

Quiero despertar la mañana

Y la mañana, estar contigo acostada,

Porque el café, me sigue sabiendo a ti,

Las sábanas, me recuerdan tu piel perfumada

Y el sonido del teléfono,

Alerta a mi corazón y a mí de tu llamada.

He dejado de tomar café,

Duermo sin sabanas,

Y no tengo teléfono.

Pero el aire, me recuerda tu llegada

Las lluvias, mis lágrimas

Y la Luna, tu cabeza cansada e inclinada

Y a ellos, no puedo evitarlos, cada mañana.

Me fui hace tiempo, Madre

Vuelvo a recogerte, para no dejarte abandonada.

Poema. No es facil.

No es fácil.

No es fácil tu vida, ya lo sé.

Créeme, si la mía lo fuera,

No estaría, yo aquí.

Estaría allá, donde los ríos se desbordan

Como las lágrimas, desangran  en tu boca.

No estaría yo aquí y tu allá

Si no estaríamos, bañándonos en el mismo cauce.

Créeme, si la vida de todos fuera fácil

La vida sería otra cosa

Y no existiría, la sangre.

Esa, que se impulsa por nuestras arterias

Y nos manda, alegrías, risas y penas,

La que alimenta mi corazón,

Mantiene mi cerebro, en estado de alerta

Y me enamora.

No es fácil, ya lo sabíamos

Tampoco decidimos nosotros venir aquí o allá,

Pero ya que estamos,

Pongámonos cómodos,

Paso a paso, y trago a trago,

Vamos a descubrir los pliegues de nuestro cuerpo.

Poema. Mi desnudez.

Mi desnudez.

Al amor, me acerqué desnudo,

Quizás, hubiera sido mejor, coger algo de abrigo,

Porque, sentí frio

Porque me dejó, cicatrices tu olvido

Porque mi piel, mutó su colorido

Porque al final, salí herido.

Vi, las manos de mi verdugo,

Paseando junto a las tuyas,

Una tarde de otoño, oscura y con frio,

Yo apretando los puños,

El corazón, ya estaba encogido

Al amor, me acerque desnudo,

Que fácil hubiera sido, ponerme algo de abrigo.

Poema. Desde el Sur se ve mejor.

Desde el Sur se ve mejor.

Los días de inexistencia,

Existen.

No suelen viajar solos,

Tampoco el viaje es corto.

Me encuentro,

Sediento de amapolas en invierno,

Como si fuera primavera, dentro de mi cuerpo.

Pero que esté dentro de mí,

No significa que esté de manera permanente.

Por eso, desde el Sur se ve mejor,

Quizás, porque tenga que levantar la cabeza

O tal vez, por la luz del Sol.

Ya te lo dije una vez, si no soy capaz de lograr mi felicidad

No puedo prometer la tuya,

Si somos dos náufragos,

Sin isla en la que descansar,

Si tengo de mi casa, las puertas abiertas

 Y abiertas aún mis heridas

Y sin poder curar

Y si el viento me azota, el alma vacía,

Tendré que mirar al Sur.

En estos días de inexistencia,

Mirar, sólo mirar,

Como los barcos navegan, como las olas, mecen a la mar

Y sentado en la arena, recordar que mirando al Sur, encontré tu aroma. 

Poema. Mi libertad.

Mi libertad.

Esta carne, hambrienta de carne,

Este corazón, sediento de sangre,

Pertenece a la tierra, no al aire.                                   

Mi voz es libre,                                                            

Libre,

Como el aire.

Mi pensamiento

Libre,

Como los corazones infantiles,

Como los niños inocentes,

Que en las guerras mueren.

Mis manos son libres.

Con dos tiros, me desangraron el vientre,

Aun muerto soy libre.

Soy libre,

Sin adoctrinamiento,

Sin compromisos,

Sin creencias,

Sin obligaciones,

Por eso pertenezco a la tierra, y no al aire.

Poema. Nosotros.

Nosotros.

Sé que tengo que morir,

Como todos.

Pero voy a morir,

En la inmensidad de tus abrazos,

Al lado de tus manos,

Cerca de tus besos y labios,

Con tus pupilas vigilando

Y tu sonrisa despertando.

Sé que tengo que morir,

Pero encontré acomodo, en un pedazo de ti,

Sin darme cuenta estaba entre tus brazos,

Jugué con ellos,

Hasta que la noche, decidió dejar salir a la Luna.

Cuantos años puede tener el beso que nos regalamos

Pues guárdalo, no te podré dar otro.

Sé que tengo que morir,

Pero no estaré, solo.

Poema. Ocurrio hace muchos años.

Ocurrió hace muchos años.

Quisiera despertarme,

Sólo despertarme.

Con el sabor de tu boca tiznada, al abrazarme,

El perfume, de tu corazón agitado.

El sudor, de tu sangre azucarada.

Tus manos, recogiendo mis lágrimas.

Quisiera despertarme,

O tal vez no quisiera ni eso,

Y quedarme quieto.

Dejarme, quieto.

Junto al arroyo,

Para ver pasar los peces

Como si fueran los años

Dejarme, solo.

Destetarme, como a un cachorro.

Dejarme, sentado en tu orilla

Para divisar, el color de tus pupilas,

Tu perfume cada día

E imaginar cómo serian tus caricias,

Soñar con tu vuelo de mediodía

El sabor de tus labios

Y mi rabia contenida

Como fue de esquiva, mi suerte,

Cuando repartió, el orden de salida.

Casi, por eso hoy,  prefiero seguir sin despertarme.

Poema. Aquella niña de zapatos blancos.-

Aquella niña de zapatos blancos.-

Ya se huele a frio

Y el invierno por las calles, viene andando

Y aquella niña,

Sigue con sus zapatos blancos,

Con la blusa de verano

Y el helado entre las manos,

Sólo intenta buscar un trapo

Entre la basura de abajo.

Aquella niña,

Sin juguetes en las manos,

Dibujando con su mirada,

Muñequitas con abrigos blancos.

Ya huele a frio

Y el invierno ha llegado

Aquella niña, se pregunta, hasta cuando

Y porque a su lado,

Otras niñas, llevan abrigos largos,

Y no tiene una habitación, llena de regalos.

Aquella niña, ya no la vi en verano.-

Poema. Conjugar el verbo terminar.

Se terminó,

Como las estaciones terminan, los años

Como los años terminan solos, andando

Como se terminan los besos.

Se terminó,

Y en esta ocasión estaba sola,

Desnuda, frente al suelo,

Deseando levantarme, para no subir al cielo.

Se terminó,

Esperar ver la puerta abierta cada noche,

Justificar cada abrazo,

Explicar de quién era ese beso regalado,

Limpiar las lágrimas de mis manos,

Esconder en una caja plateada, las mentiras heladas.

Se terminó,

Nuestra fortuna, en nuestras manos,

La suerte de caminar descalza,

La sangre espesa,

La ilusión, en la cara,

La niñez, a edad temprana,

Las peticiones, envueltas en papel de plata.

Se terminó,

Paseando sola por la playa,

Rodeada, de arenas cristalinas enamoradas

Que durante los años,

Hemos empapado, con nuestras lágrimas.

Se terminó,

Respirar sola,

Ya no tendré, que hacer ese esfuerzo,

Ya no haré ninguno,

Ahora andaré sola,

Sobre las nubes blancas y el azul del cielo

Vestido, vete tú a saber cuando

El alimento, no tendré que preocuparme,

Tengo ya por condición mi sustento,

Tampoco sé, si reconoceré mi voz,

Ni mi cuerpo en el espejo.

Se terminó,

El agua, estancada en el lago nuevo,

Aquel, que hicimos de pequeños,

Para esconder, nuestros miedos,

Se quedó sin agua,

El lago, mi corazón, y nuestros cuerpos

Se terminó,

Aunque este despierta,

Este tiempo, ya no es mío,

Pertenece a otro tiempo,

Fue otro el momento

Y yo, perdí demasiados sueños.

Se terminaron

Los días con Sol, las noches de Luna

La barra de los bares

 Y tus besos, en las esquinas

Los abrazos en la puerta,

Y las risas.

Se terminaron,

Los días de flores

Y también las flores de mi mesita.

Se terminaron,

Mis labios,

Mudaron en serpiente asesina,

Devoradora de espinas,

Como las que dejas en mi cuerpo.

Se terminó,

Solo eso, se terminó

Para no empezar, nunca de nuevo.