martes, 31 de marzo de 2015

Poema. Ahora.


Ahora qué?.
Yo, dibujando el verde, de tus ojos,
Tú, pintando tus labios, de rojo.
Mientras tanto,
Yo, en mi soledad.
Donde se han instalado,
De forma permanente, estas mariposas.
Son las únicas, que agitan
Mi estómago,
Mi corazón,
Mi cabeza,
Como si formaran parte de mis órganos,
En ellas, me refugio los días de tormenta.
Ahora que todo ocurre despacio
Y tengo como música de fondo, el silencio,
Los pies descalzos,
Escaso de ropa, y exceso de tragos.
Ahora que salgo, solo en las fotos
Y las cuelgo en la pared, para ver mi rostro.
Ahora, prefiero que si tienes que mentir,

Que sea pronto.

lunes, 30 de marzo de 2015

Poema. Mi armario, en invierno.


Que  hizo, el invierno, de nuestros besos.
Los mantuvo cautivos, en su hielo
Y en primavera, florecieron de nuevo,
Despertando,
Como la nieve, corre detrás de su deshielo,
Como el campo, en silencio se abre al cielo.
Que hizo el invierno, de nosotros,
Todavía, me lo pregunto desde Enero.
Que dibujó, el invierno en tu rostro,
Que la primavera lo borró, tan pronto.
Que sueños, aletargaron mi huerto,
Cuando un manto blanco, lo dejó cubierto
Y los primeros frutos, salieron andando solos
Cubiertos otra vez de blanco,
Esta vez, no fue el hielo, si no la flor de mi almendro.
Que abrazo, no di en Enero,
Que en Mayo, viene de regreso.
Que hizo, aquel invierno, me obligó
A guardar mi ropa,

Y ahora no me acuerdo, donde dejé el armario.

viernes, 27 de marzo de 2015

Poema.

No me sueltes,
Por lo menos, esta noche
Tengo lo brazos, como alambres
Enganchados a ti, con tanta debilidad
Que temo, resbalarme.
No me sueltes,
Mi corazón, está al borde del abismo
Y tengo, la sensación del vacío,
En mis labios fríos, y me hacen más débil.
Ante ti, parece todo frágil,
Lo besos, se rompen en el aire,
Las palabras se descomponen, como la carne,
El olor, impregna mi mente,
Con la sensación del silencio, al besarte.
No me sueltes, al aire,
Dejé de ser ave,
Para poder ponerme sobre mis pies y besarte,
Mudé las plumas por piel, para tocarte,
Mudé mi pico, por labios y poder morderte.
No me sueltes.
Déjame que pase el tiempo,
De los niños, con su madre,
El tiempo de las flores,

Antes que mi corazón, llegue a marchitarse.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Poema.

Aprendí a volar,
Entre tus manos,
Los días, donde las tardes eran claras
Y los besos escasos.
Recorrí tus alas,
Buscando mi camuflaje,
Para intentar robarte,
Un trozo de carmín, de tu carne,
Y jugar con él, haciendo figuritas en el aire.
Aprendí a escuchar,
El sonido de tu corazón,
Los días de tormenta,
Para liberarme, del miedo de los rayos.
Aprendí contigo a soñar,
Y me aprendí, de memoria tus sueños,
Como si fuera, la misma historia en común
Y escrita, en el mismo diario.
Aprendí a llorar, al ver tus lágrimas,
Resbalar por tu cara,
Buscando una salida, sin señales,

Al final, resultó ser un largo viaje, con peaje.

martes, 24 de marzo de 2015

Poema 9

Si has venido a despertarme,
Déjame quieto.
Entre las sábanas, está el juego.
Ahora que conozco las reglas,
Déjame en calma,
Déjame, en esta tregua,
Que tengo tus labios, delante de mi cara.
Si vienes y me despiertas,
Tengo que decirte,
Que hoy, estoy,
Perezoso.
Perezoso, ante tus ojos
Perezoso, ante tus labios rojos
Perezoso, entre tus manos,
Entre estas sábanas, de los sábados
Escuchando tus largos, silencios.
Estoy despertando del frio, en agosto,

Las estaciones, las mudé,  hace tiempo.

sábado, 21 de marzo de 2015

Poema. Dos palmos, bajo tierra.


Estoy, dos palmos bajo tierra
Y aún, dos más abajo, que estuviera,
Todo está frio,
El silencio es cautivo,
Me sustento, abrazado, a mis raíces,
Es lo único, que me aferra.
Estoy dos palmos bajo tierra
Pero aún, estoy vivo.
He esperado, hasta esta primavera,
Para levantar, mi cabeza,
Creo, que esta estación, todavía no es la mía.
Permanecerán, mis labios, sellados a la tierra,
Los dientes, jugando con alguna piedra.
Y en estos dos palmos, está la diferencia,
Mientras tú, te desprendes de tu ropa,
Allí arriba,

Yo aquí, simplemente, mi cuerpo espera.

viernes, 13 de marzo de 2015

Poema. Mi desahucio.


Mi desahucio,
No fue, cuando el banco silenció, mi casa,
O cuando mis cuentas corrientes, dejaron de ser corrientes,
O se llevaran, mi escaso huerto,
O mi viejo coche.
Mi desahucio,
Llegó una mañana temprano,
Se presentó, con la cara en blanco,
Las manos abiertas y llorando,
Gritando, porque,  a ella?
Ella fue
La primavera, en el invierno
El sonido, en la ausencia
La luz, en las tinieblas.
Ella fue
Eso que siempre pierdes, en los viajes
Lo que nunca encuentras, en los bolsos
La ropa olvidada, no sabes donde
El calcetín, que nunca tuvo pareja
Y todo ello, que fue ella, todo tan necesario.
Ella, es ahora, un hematoma,
Con la cicatriz, de un desalmado.
Mi desahucio,
Fue cuando suprimieron, mi libertad.
A menudo, nos desahucian, cuando nos anudan, las palabras,
Bajo el pretexto de alguna legalidad.
Mi desahucio,
En ocasiones, es tan complejo,

Que a veces, no le gusta madrugar.

martes, 10 de marzo de 2015

Poema. A mi mendigo de casa.

A mi mendigo de casa.

No me molestan los insultos de mi mendigo, cuando esta borracho.
Ni sus heces,
Ni su orín,
Ni su ropa vieja,
Ni sus dientes escasos,
Ni su aliento,
Ni su pelo embarrado,
Y su barba sucia, anudada.
No me molestan sus lamentos,
Ni su tetra-brik de vino en la mano.
No me molesta, que no me salude
Y que me mire, rastreándome mi cara,
En busca de algo, que pueda ofrecerle.
Si me molesta, que cierren su casa,
Ese cajero, por el cual no pagaba.
Si me molesta, cuando la gente se aparta,

A caso, no soy yo, en ocasiones, mendigo en mi casa.

jueves, 5 de marzo de 2015

Poema. Mi mutación de piel a coraza.


Entré, en ti,
Sin llamar a la puerta.
No recuerdo,
Si había puerta,
O estaba abierta.
Me quedé,
Los meses fríos,
Pasando el letargo de los besos cortos.
Al despertar, mi primavera,
Mudé, mi piel,
Dejándola, olvidada en tu alcoba
Y con otro cuerpo, abrí más puertas.
Realicé, el mismo experimento,
Durante los años, de estaciones bisiestas.
Al final, la piel, mudó a coraza,
Con ella, golpeaba, aun, más puertas,
Siendo su sonido más fuerte,

Ya no se movieron, más manivelas.

lunes, 2 de marzo de 2015

Poema. Nos unen pocas cosas.


Nos une, el amor
Y en ocasiones, el desamor.
Nos separa, todo lo demás.
Nos une, la misma llave,
Que abre nuestra puerta.
Nos une, el aire,
Que habita,
Como niebla mortecina,
Manteniendo las cosas quietas,
Y también el agua, que fluye lenta
Siempre di, el beso equivocado,
La mano falsa,
Y la cara, del engaño.
En esa combinación,
Mi destino, mi condena,
Seria, de tener por vida, el corazón enjaulado.
Aún con todo eso,
No abandonaré, mi tierra,
 Si no es, a mordiscos, arañazos, dentelladas
Y aún así,
En ella, se quedará, la parte dañada,
Como semilla de rabia, ante la ira.
No moveré mis huesos,
Más allá de aquellas piedras

Y si tiene que moverse alguien, que sean ellas.