jueves, 23 de febrero de 2017

Pésame
en ese grado de ingravidez
que me otorgan tus besos,
en la mirada a nácar de tus ojos.
Me sostienen levemente tus sueños,
mídeme a lo largo de mis palabras y textos,
acaricia cada tilde,
lámeme cada coma,
muérdeme en los puntos suspensivos
y acuéstate en los finales,
conviérteme en tu sujeto

que yo seré tu predicado.

miércoles, 15 de febrero de 2017

A ti Dorita, llevo diez días buscándote.

El porque del adiós,
es un cerrar los labios, sin darte cuenta,
acostarse los ojos entre las nubes y sus tormentas,
es una lágrima descender por la mejilla y descansar
en el suelo,
un reloj con el fondo blanco y las manecillas quietas,
una parada de tren sin estación abierta,
un vuelo rápido, sin paracaídas,
un beso suspendido en el aire, sin retorno,
quedarme solamente, solo,
unas sábanas blancas cubriendo el precipicio
en el que hemos convertido este mundo.
El por qué de los adioses,
cuando yo quiero saber de ti
y mejor si pudiera saber a ti,
ahora que habíamos descubierto los sabores que hay entre nosotros,
vainilla y chocolate los días de risas,
el beso a fresa,
a café el silencio,
y a turrón las despedidas.
El porque del adiós,
está escrito deprisa.




martes, 14 de febrero de 2017

Con un beso,
éramos capaces de mantener la conversación
mas larga del mundo,
subirme a tu cabello
y desde la cima
tocar el horizonte
 y en la sencillez de tus manos
encontré un sueño,
que éramos dos corazones provocando incendios
con lágrimas para sofocarlos
que éramos el primer trago
y el último adiós
después del terremoto de los sexos rotos
en una noche de tequila
y despertar cosida a carmín mi camisa
y con los ojos de arlequín
mirar tu sonrisa.
Con un beso éramos capaces
de firmar la primera tregua
o desembocar en el campo de batalla
como dos alimañas
y afilar los cuchillos con la lengua

al final resultó peligroso.

lunes, 13 de febrero de 2017

Tú eliges,
yo espero,
silencio en enero
besos en abril
hojas en el suelo, en Otoño,
para invernar mis labios
esperando abril
porque lo peor de volver a verte
es que sigo recordándote,
por más que empapelara ni boca de otras fotos
y llenara mis ojos de otras lágrimas
y a mis oídos pusiera otra voz,
al final no equilibramos los besos
no hemos dado tantos
como aquellos que hemos perdido,
recuerda que en las batallas siempre hay heridos
y victorias para otras bocas,
por eso tú eliges
y yo espero.