lunes, 22 de diciembre de 2014

Poema. Desproposito.

Despropósito.
Que despropósito el mio, en amarte
Si yo me conformaba, sólo con mirarte,
Protegido, detrás de mi ventana, para no tener que hablarte,
Refugiado, como cobarde,
Sin descubrir, los misterios escondidos, entre tus labios,
Para poder besarte,
Sin tropezar las manos en el aire.
Pero sin embargo, como me recuerda el fuego, tus ojos
En su fuerza,
Por su calor,
Y su reflejo, en el suelo,
Para intentar recogerlo,
Porque cuando me miras, ardo por dentro,
Tengo que recurrir, a mis lágrimas,
Para sofocar, el incendio.
Como me recuerda el agua, tu cara
Limpia de la nada,
Clara, traslúcida y blanca.
Como me recuerda el viento, tu cabello,
Alborotado, como me alborota tu silencio.
Como me recuerda la tierra, tu cuerpo
Y poder moldearlo, juntos con nuestras manos,
Como el barro, los artesanos.
Pero al final de todo,
Que despropósito el mío en amarte,
Si yo era feliz, sólo con mirarte




miércoles, 17 de diciembre de 2014

Poema. Aquel maldito encuentro.

Aquel maldito encuentro.

Ahora vienes, para arrebatarme
Lo poco que me queda,
A dejarme sin alas
Y a desplumar mis venas.
Ahora vienes, a devorar mis entrañas
Cuando ya, no queda nada
Y me encuentro sola.
Sola, con la mortaja, reflejada en mi cara,
De tus palabras,
De tus mentiras,
De tus injurias,
Y de tus malas patadas.
Fuiste, aquel hombre alegre,
Cuando cerrabas la puerta de casa
Y esa misma fiera, cuando entrabas,
Lleno de la prepotencia, de unas malas copas
El abuso de tus drogas,
Y el uso excesivo, de creerte dueños de las cosas.
Obligada, a regalar sexo
Para ofrecérselo, a tu sucia boca.
No te necesito
Pero, me di cuenta tarde

Cuando ahora yazco, muerta.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Poema. Mi holganazeria.

Mi holgazanería.

Nunca, he hecho nada con esfuerzo
O sacrificio, salvo amarte.
Nunca, me quedaba a trabajar hasta tarde
Si no era, para besarte.
No he madrugado,
Más allá, de lo necesario
 Si no era, para ver tu despertar
Y yo levantarme.
No he invertido, ni especulado con capitales,
El más grande, fue ofrecerte mi sangre,
Con su corazón
Y sus venas, para alimentarte.
He sido algo perezoso, en la vida
Menos, para desearte.
Ahora, que ya no tengo prisa,
Si perderte, es dejar de verte
No te he perdido.
Si perderte, es verte de otra manera

Entonces, si te he perdido.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Poema. Tener, no tenga nada, solo sensaciones.

Tener, no tengo nada, solo sensaciones.

Tengo, la sensación de amarte.
Tengo, el temor de tu ausencia, de  perderte.
Tengo, el sabor de tus labios, al alejarme.
Tengo, el alma herida, al caerme,
Después de tropezar mi corazón, en tus ojos tristes.
Tengo, el olor de tu sangre,
Tu boca entre mis dientes,
Tus manos lejos, para alcanzarte.
Tengo, no tengo nada.
Soy pobre,
Pero ya, para siempre.
No al ver, mi cuenta corriente
Si no, por no poder verte ahí, enfrente.
No ver tus ojos, al despertarme.
Tengo, tan poco de ti
Y tanto de mi,
Que me hastía, esta abundancia
En la nada.
Como las nubes, que presagian tormenta
Y al final, no descargan.
Me quedo solo, con mis sensaciones
Y a veces, no me saben a nada.
Quiero recordar tu boca,
Pero a solas.
Palmar tus manos, en las mías
Y recordar el frio en mis labios,

De los cuerpos mojados.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Poema. Irreverente.

Irreverente.

Irreverente.
Esa, es la palabra,
Para el amor,
Para los besos,
Para la amistad,
Como las miradas que nos dejó Enero,
Como el miedo,
Como una voz ronca,
Como un aire seco,
Como el aroma de los muertos,
En las noches de celo.
Irreverente.
Hasta en las entrañas,
Hechas con hachas y balas,
Abiertas al hedor, de las mañanas.
Irreverente.
Cuando no amas.
Fui, capaz de amarte, desconozco el motivo
Fui, incapaz de mantenerlo en el tiempo
Quizás por el frio
O fue la lluvia
También desconozco el motivo
Pero tuve la percepción,
De los huérfanos sin destino
Vagando entre las dudas,
Entre los sueños
Y siempre andando,
Mirando, el suelo.
Irreverente.
Esa, es la palabra.
Pero todavía, estoy pendiente
De ver tu cara, detrás de la ventana,
De cruzar las manos, y las azules miradas
De juntar, nuestras palabras para
Formar textos, como las telarañas
Aquellas, que se quedaron guardadas
En mi corazón un día,
Que mejor no hubiera tenido, mañana.

Irreverente, es todavía, el que anda.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Poema. En este mundo, y en estos precipicios.

En este mundo, y en estos precipicios.

Cogí mi escalerita de plata.
Echa de tantos peldaños, como años.
Para subir a lo alto de tu cara,
En busca del precipicio,
Tal vez, me detenga en tu boca,
O me quede colgado en tus labios,
Quizás me recojas con las manos,
Siendo afortunado, navegaría en tu mar de lágrimas heladas,
O desfallezca, entre los pliegues de tu cuerpo alado.
Si fuera capaz de llegar a tus piernas
Y tener ya el suelo más cercano, estaría salvado.
Busqué tu precipicio,
Como amante desesperado,             
Como agua que desciende del monte helado,
Sin control, con bravura y alterado,
Para intentar aliviar mi sed, en tus labios
Para alimentarme, con tu corazón en mis manos.
Para reposar, mi cabeza en tu hombro
Y evitar del precipicio, su fracaso.
Busqué, pero como siempre estaba equivocado,
Lo tenía tan cerca, a mí lado, me pasó desapercibido

Mientras yo estaba soñando.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Poema. Mi curriculum vitae.

Mi curriculum vitae.

No tengo músculos en exceso,
Mas allá de los necesarios,
Para impulsar mi corazón
Y poder acercar, mi boca a tus labios,
Para coger tus manos
Y mover mis ojos, mirando tu rostro.
Soy más bien poco ágil y torpe en mis movimientos
Poco dado a expresarme con palabras
Pero fuertemente armado, para los deseos.
Soy de cabeza grande,
Pero poco ocupada, por mi cerebro.
En fin, que soy más bien feo,
Quizás por eso, no mantengo, en mi casa espejos
Quizás por eso, sólo miro tus recuerdos.
Pero tengo la libertad, de entregar mi amor, a quien yo quiero
Para eso, no necesito tu consentimiento,

Ya amoldaré mi cuerpo, mis deseos a cada momento.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Poema. Despacio.

Despacio.
Corrí demasiado,
Cuando tenía que haber ido despacio,
Para saborear tus labios rojos,
Para pintar de azul tus rojos.
Corrí demasiado,
Por si lo perdía todo, entre mis manos.
Al final me sobraron las manos,
Tus labios y tus ojos.
Perdí tanto tiempo, en lo intranscendente
Y le dedique tan poco tiempo, a lo transcendente,
Era un beso, en un segundo,
Un abrazo, en un rato,
Que con el tiempo, me encontré desnudo,
Navegando en un bloque de hielo
De color azul, como tus ojos,
Pero sin el rojo de tus labios
Y el olor de tu cuerpo.
Inerte,
Como cristal tallado, de mis lâgrimas tristes,
Como cuerpo, abandonado a las mareas
Y a la suerte del influyo de los astros, sobre la Tierra.
Corrí demasiado
Y hasta en ocasiones, pensé que iba despacio,
Cuando tenía que haber repartido el tiempo
Entre mis venas, arterias y mi corazón agitado
Y hubiera sido más fluido, sobretodo contigo a mi lado.
Corrí demasiado
Y todavía tengo puesto el letrero
De cierro al amanecer

Y abro temprano.