El silencio duró
lo que dura un
beso
dos labios unidos al azote del viento
y algunos sueños
escondidos
entre sábanas y
aquellos cajones viejos.
Tu beso duró
lo que tardaron
dos cuerpos en caer al suelo,
ya desnudos todo
fue obra del amor
y es que tú y yo
cada vez utilizamos menos letras
y más pasión,
tendré que empezar
a quitarle el polvo
a los viejos libros.
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