domingo, 20 de marzo de 2016

El último viaje.


El último viaje de mi beso, fue de noche,
se dirigía directo a tu corazón,
no acertó, acabó en el suelo,
a la mañana siguiente, fue pasto del miedo.
Siempre han existido besos sin dueño
y sueños llenos de besos,
pero los míos, siempre acaban en deseos incumplidos,
en pesadillas donde desaparecen los cuerpos,
porque los besos no siempre van en línea recta,
en ocasiones son circunferencias
o figuras geométricas,
que como pompas de jabón explotan en la cara,
o como almas que transitan entre los labios,
sin dueño, ni recompensa.
El último viaje de mi beso,
está esperando en la puerta de embarque,

comprobando que la documentación está correcta.   

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