Tienes en tus
manos, la dirección de mi destino
girar a
izquierda, o derecha, es tan sencillo, como indicarlo con tu dedo,
mover tu
cabeza,
señalarlo con
tus labios,
o un
movimiento de tu boca.
Tengo el
corazón quieto en su jaula de costillas
cuando
aprietan se queja y bombea al viento.
Tienes la
dirección de mi universo
como el
agricultor que clava su pico en la tierra,
o el minero
que construye cuevas,
se cree capaz
de mover La Tierra,
tú, haces lo
mismo en mi cuerpo, con mi piel
sin apenas
movimiento, ni aire que muevas.
Pero, NO, no
es así, está sólo en tu creencia,
soy una mujer
sin adoctrinar, salvo mi doctrina,
tengo mi
libertad por adopción o nacimiento,
mis defensas
intactas por el tiempo,
mis besos
libres, como el viento,
sin dueños que
con su espada los atraviesa,
porque mi
género lo determinó un cromosoma,
mi derecho, lo
estableció la Ley,
porque mi
genero,
puedo
cambiarlo, disfrazarlo, engañarlo, disimularlo
mi derecho, es
en cambio inamovible,
porque
pertenezco a la Naturaleza
y me acuesto
todas las noches con la Libertad
y entre ambas
ya decidimos como me levanto
y elegimos nuestras
direcciones,
si no está la tuya,
déjalo, no
insistas el cartero, no irá.
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