Mi viejecita del
bastón rojo.
Por
días me animo,
Por
días me desanimo,
O
quizás no llegue al día,
Sino
por segundos, por minutos.
Pero
verla a Usted, me anima.
Poder
respirar por la mañana me ayuda
Compartir
un café, o té me mantiene
Digerir
mi copa de vino, y mi comida
Calienta
mi riego sanguíneo.
Pero
me animo y desanimo
Con
la misma fuerza y realidad
Que
respiro, que amo y que vivo
Con
el mismo paso que ando,
Con
el mismo retrocedo.
Con
la misma mirada hacia adelante,
Con
la misma, miro de recelo, el abismo.
Pues
eso, que me animo y desanimo
Por
segundos.
Pero
verla a Usted me anima.
Me
anima cuando la veo pasear
Con
su viejo bastoncillo rojo
Rodeadas
de sus palomas y sus mimos
Le
da agua, comida y silbidos,
Hasta
aquel día que Usted, ya no vino.
Y
desde entonces, me dura más el desánimo.
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