Mi espejo,
sigue reflejándome en blanco y negro
pero he
decidido quedarme en la tierra que piso,
no en aquella
que sueño
y ahora me
gustan los gatos y las brujas,
pero sigue
siendo aquel pirata
de pata de
palo,
parche en el
ojo,
bucanero lleno
de ron,
escaso de
comida y monedas,
corazón
repleto de arena de playa
y sabor
salado,
hasta que vino
al abordaje
aquel velero
bergantín de velas blancas
y tierras
extrañas,
que me hizo holgazán
las noches de Luna
y lunero los días
de guardar,
y tú eres el de
la otra noche
y tú la de esta
mañana,
confundimos los
términos, hasta que terminó.
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