Tú insistes en verme y yo en abrazarte,

tú quieres hablar y yo besarte,

tú querías recordar el pasado y yo dar un paso al frente,

tú me contabas tus sueños, pero yo soñaba contigo,

tú quieres realidad y yo quiero vivir todavía atado

a los cuentos de los niños que duermen abrazados a sus muñecos,

y yo te doy y tú no me das

amapolas en invierno y cerezos en otoño

y de puntillas delante de tu besos,

parecía que dominaba el mundo,

cuando el mundo está ahí abajo, en el suelo,

y tú sabes que en el suelo yo estoy muerto,

mi corazón tiene alas y necesita vuelo,

pero tú insistes en verme

y yo necesito siempre verte.