lunes, 20 de octubre de 2014

Poema. El Sol, que no tuvo que salir.

El Sol, que no tuvo que salir.
Aquella mañana te perdí.
Entre tus manos y las sábanas
Y tus ojos los cubrí,
Cerrados para las estrellas,
Para que no fueran testigos de mis lágrimas,
Para que en su viaje fueran inocentes de mi drama,
Pero sobretodo, para no verte yo, a ti.
Aquella mañana
Salió el Sol, sin tener que salir
Se escondió la Luna
De manera cobarde, tirándome un zarpazo
Al corazón que no pude reprimir.
Si las sorpresas, tienen estas formas de viajar
Prefiero no comprar billetes
Prefiero quedarme quieto y sonreír
Disfrutar de la lluvia, aunque me moleste
Del calor, aunque esté caliente
Prefiero contemplar a examinar.
Me dieron tu Certificado de Defunción,
Qué tontería,
Si yo te venia sonreír.

Creo que esta mañana, al Sol no le tocaba salir.

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