1
De tu mirada me
gusta, hasta cuando quema
porque cuando quema,
sé que amas
y cuando amas,
respiras a la vida
y la vida hay que
sacarla a pasear,
como las tormentas
y empaparte de aquella lloviznita
sin usar paraguas,
que son para cobardes.
De tu mirada me
gusta aún cuando no mira,
sin despertar tus
pestañas al balcón de la vida
y evitar convertir
en un precipicio todo aquello que observa,
porque tu mirada
en ocasiones es un hola y adiós
y no entiende de
signos de interrogación,
por eso en un atisbo
de sensatez,
volví loco
y en un ataque
de locura,
encontré la calma,
entre tus manos,
entre tus labios,
entre tus piernas
y eso que decían,
que no había tanta
distancia
para recorrer en
tu cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario