Terminé con
los besos encima de la mesa
y la ropa
tendida en el suelo,
esperando que
pase el verano
y llegó el
invierno,
y el invierno lo
dejó todo durmiendo.
Dicen que me quedaré
sola
-jamás
siempre tendré
a la Luna
y aunque no pueda
subir a abrazarla
ni ella bajar a
besarme
tendré su luz morena,
pero si decides
entregarte a mis labios
hazlo sin detenerte,
sin pensarlo
quizás cambie de
mesa este verano.
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