sábado, 26 de marzo de 2016

Tú.

Tú me dices hola
y ya tengo miedo de oír tu adiós
y cuando me coges las manos
solo pienso que alguna vez tendré que soltarlas
y entonces me vuelvo a quedar sola
y sola, se queda mi boca,
cuando mis labios, ya tenían la forma de tus besos
y ahora tengo que volver a darles forma.
Y entras y sales de mi cama,
sin mover las sábanas,
como si fuera un amor fantasma,
y fantasma, queda mi vida.
Tú me dices hola
y las puertas siguen abiertas
 y mi corazón se acelera
hasta que tu cuerpo es capaz de darle calma,
entonces me convierto en un campo de amapolas,

que se marchitan al oír la palabra adiós.

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