viernes, 22 de enero de 2016

. Un día cualquiera.


Lo malo no es el día a día,
es el después de los días,
ese que te deja la cara dormida,
la mirada perdida
y compruebas que los sueños eran mentira.
Lo malo aún está por llegar,
no amanece temprano
amanece cuando los besos se quedan sin labios
y yo despierto contemplando la cama vacía
como si fuera un universo en blanco.
Quería mover mis manos
y mover mis dedos al compas de tus sueños,
pero es tan difícil, por el momento paseo solo,
con los semáforos siempre en rojo,
las aceras arañándome mi alma
y las calles me recuerdan tus curvas cuando te levantabas
y los reflejos de los escaparates me recuerdan a ti
y eres la conductora de todos los coches que circulan.
 Lo malo no es el día a día,

es que no existan más días.  

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