El Nuncio de puerta mantenía el orden. Tenía sus grandes manos
apoyadas entre dos cerraduras y sellaba toda posibilidad de entrada o salida.
La sesión había comenzado sobre las seis de la mañana, los miembros eran
puntuales en exceso, presentes todos ellos durante media hora antes de la cita.
El Nuncio en su acometido tenía dos funciones la primera, impedir el paso a
toda persona ajeno a la Escuela y la segunda evitar el abandono precipitado y antes de tiempo de
algunos de sus miembros, por cualquier causa que fuera.
Moisés, acudían regularmente a las sesiones que la Comisión
de Ancianos anunciaba conforme al reglamento y a las denominadas sesiones de
expiación voluntaria.
La sesión había comenzado. Todos los presentes portaban una
capa negra y una mascara que cubría perfectamente la cabeza, de tal forma que
no se podía comprobar, ni el color, ni tamaño del pelo. Se reunieron alrededor
de un cráneo humano y una espiga de trigo o presumiblemente parecía trigo,
luego con posterioridad comprobé que era cebada, muy abundante por las tierras
de esta zona. Formaban un circulo, no muy perfecto y entonaban unos cantos con
sonidos muy evidentes, repetían constantemente “Cristo enséñanos tus caminos
para el fortalecimiento de esta escuela”, hacían alusión a cualquier otra
manifestación y repetían constantemente la misma frase”cristo enséñanos tus
caminos para el fortalecimiento de esta escuela”……………..
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